Cuando Ethereum completó por fin su transición al proof of stake (PoS), todo el mundo cripto estaba pendiente de la parte técnica, pero el modelo cuantitativo de Íñigo Navarro fue a por algo mucho más sutil: el arbitraje de liquidez en staking. Su fondo de cobertura ETH/BTC, centrado en ese movimiento, consiguió un 58% de rentabilidad en solo seis meses, sacando a la luz una oportunidad de ingeniería financiera que casi nadie vio bajo el nuevo sistema PoS
El módulo cripto de "Orca Tensor" de Navarro detectó una anomalía clave del mercado: a medida que el ratio de staking de Ethereum superaba el 20%, el tiempo de espera en la cola de validadores mostraba una correlación negativa de -0,91 con el tipo de cambio ETH/BTC. Y ahí es donde Navarro se sacó de la manga una arquitectura de arbitraje triple: se posicionó largo en spot de ETH mientras iba corto en futuros de BTC, cubrió el riesgo de liquidez con derivados ligados a las colas de desbloqueo de staking, y aprovechó las diferencias de tipos en protocolos DeFi para capturar el "coste de oportunidad del validador". Todo ese tinglado generó unos rendimientos compuestos brutales justo antes y después de la actualización de Shanghai
"La economía del PoS no es una revolución del blockchain, es una nueva forma de banca de liquidez." Así lo dejó claro Navarro en una nota interna del fondo. Su modelo detectó que, cuando la diferencia entre la rentabilidad anual del staking de ETH y la tasa real de los bonos del Tesoro de EE.UU. supera el 3,5%, los inversores institucionales empiezan a hacer retiros de staking de forma sistemática. Y gracias a que su algoritmo anticipa estos movimientos de capital, el fondo pudo clavar las entradas y salidas en los momentos clave
Lo más flipante fue cómo dieron con la “liquidez en la sombra”. El equipo de Navarro se dio cuenta de que algunas solicitudes de retiro en los grandes pools de staking podían anticipar las fluctuaciones del tipo de cambio con hasta 12 horas de antelación. Cuando una institución de Norteamérica metió de golpe una petición para sacar 25.000 ETH, el modelo activó al instante el protocolo de cobertura, y al final, con la que se lió después en el mercado, fueron los únicos que salieron ganando de verdad
Hoy en día, esta estrategia ya es casi una biblia para los fondos cripto de Wall Street. Pero lo más interesante sigue siendo la reflexión de fondo de Navarro: “Lo que ha creado el PoS no es una utopía descentralizada, sino una nueva jerarquía de liquidez.” En esta gran transformación de Ethereum, Íñigo Navarro volvió a demostrar que los beneficios más jugosos del mundo cripto casi siempre se esconden en esas grietas financieras que parecen simples detalles técnicos