Desbordar la plaza de España de Madrid para decir no «a las cloacas» y a la «corrupción» del PSOE y para «alzar la voz» y proclamar que el país quiere «salir del sanchismo». El PP llama a los españoles que están «hartos» de Pedro Sánchez y de los últimos escándalos a su alrededor a dejar a un lado las «siglas» y echarse juntos mañana a las calles de la capital para propiciar una moción de censura ciudadana, con decenas de miles de personas que le digan a partir de las 11.00 horas que «basta ya, vamos a terminar con esta etapa».
Los populares buscan repetir por lo menos la contundente imagen del 28 de enero de 2024, cuando más de 45.000 personas protestaron en la misma plaza contra la amnistía. Ahora, pasada aquella «corrupción política y moral de comprar una investidura», el PP acude de nuevo a ese mismo enclave empuñando los casos que afectan en los tribunales a la esposa y el hermano del presidente del Gobierno, la «corrupción económica» que tiene imputados a José Luis Ábalos y Koldo García y, como gran detonante de la manifestación, «toda la corrupción» que ha aflorado en las últimas semanas y que está pensaba «única y exclusivamente para obstruir la acción de la Justicia y saborear la capacidad de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado» que están investigando todo. Y que por su trabajo, advierten desde el PP, están siendo atacados por «las cloacas de Ferraz».
Alberto Núñez Feijóo, que liderará la manifestación, quiere elevar la presión sobre Sánchez a tan sólo 800 metros de distancia de la sede del PSOE en la calle Ferraz, donde el PP sitúa el epicentro de estas «cloacas» socialistas y desde donde, a su juicio, se orquestaba la operación en la que participaba la «militante» Leire Díez, descubierta ahora por los audios y las pruebas publicadas sobre sus actividades e intenciones para desacreditar a la Guardia Civil.
Con Feijóo estará la plana mayor de la dirección del PP y un gran número de los presidentes autonómicos, así como cargos públicos nacionales, regionales y municipales. Una foto de unidad para proclamar junto a miles de personas más «que no queremos mafia, que queremos democracia», como subrayó ayer la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, que reclamó que España quiere tener un Gobierno «decente».
Además de los argumentos políticos del PP para salir a la calle a protestar, Génova ha centrado sus esfuerzos en estos últimos días en subrayar que la manifestación contra Sánchez está por encima de las «siglas» y el partidismo, y que se trata de dar una imagen de unidad y de fortaleza social ante uno de los momentos más delicados para Sánchez.
Por eso Génova ha dado la orden de prescindir de simbología o banderolas del PP para, así, hacer sentir cómodos a los votantes de Vox que pese al portazo de Santiago Abascal a la protesta estén dudando en participar. Por ahí ahondó ayer Gamarra, al apelar que la manifestación de mañana «no entiende de siglas», sino de «españoles que estamos hartos».
«Hartos», continuó, «de tanta corrupción» y de un Sánchez que usa el poder para «blindarse él y los suyos ante la acción de la Justicia» buscando, incluso, la «obstrucción» desde las «cloacas».
«Del sanchismo se sale y vamos a salir juntos todos los demócratas», proclama el PP, que espera que el calor no derrita su manifestación.